Metabolismo en el cuerpo humano

Nuestro curepo está en constante funcionamiento. También cuando dormimos o descansamos: dentro de nuestro cuerpo hay un movimiento tan vivo como en el patio de vuestra escuela durante el rereo: el cerebro piensa y dirige los músculos, el cabello crece, el corazón late, el intestino digiere. ¡Y eso no es todo!

Para todo esto el cuerpo necesita energía. La vida no es posible sin energía.

El cuerpo adquiere la energía necesaria de tres fuentes: comer, beber y respirar. Para ganar energía del aire y – digamos- de un sabroso almuerzo, el cuerpo debe hacer un montón de cosas. Un real trabajo de equipo: Los órganos digestivos se ocupan de que los componentes ricos en energía lleguen del alimento a la sangre. El pulmón asegura que llegue oxígeno a la sangre. Para que cada célula obtenga algo de éste, el corazón bombea la sangre por todo el cuerpo. Las células toman el oxígeno y aquellos componentes del alimento ricos en energía desde la sangre.

Las células musculares crean de este modo energía mecánica y las células nerviosas producen energía eléctrica. A través de este proceso transforman aquellos componentes del almuerzo ricos en energía en substancias pobres en energí. Éstas deben ser nuevamente expulsadas del cuerpo a través de la orina y del aliento.

Metabolismo es simplemente otra palabara para todos estos procesos. Este permanente montaje, desmontaje y tranformación es el metabolismo.